En 1922 el japonés Mikao Usui desarrolló esta técnica de sanación por imposición de manos. La palabra Reiki está formada por dos palabras japonesas, «Rei» significa «Universal» y «Ki» significa «fuerza vital». Esta técnica de canalización de energía busca el bienestar en un nivel físico, mental, emocional y espiritual.
Nuestro cuerpo es un canal de energía y el fin de esta técnica es poder canalizar dicha energía liberando al cuerpo de los bloqueos que pueda tener.
La persona debe tumbarse vestida sobre una camilla o superficie cómoda. Durante la sesión (que puede durar entre 45 y 60 minutos) se colocan las manos en ciertos puntos energéticos del cuerpo de la persona tumbada (siempre se respeta la intimidad de la persona y si la persona no desea ser tocada no se tocará, el efecto es el mismo).
Durante la sesión lo habitual es sentir bienestar aunque no siempre tiene porqué suceder esa sensación. Yo siempre evito contar qué se puede sentir para que nadie se sienta condicionado y porque cada persona es única. Lo importante es vivirlo y sacar cada cual sus propias conclusiones.
Si estás en una época con mucha inquietud, en la que parece que todo es demasiado y sientes que necesitas encontrar un espacio para ti, sentirte mejor, el Reiki podrá ayudarte en el proceso de mejora. No necesitas creer en la energía, ni creerte nada de lo que leas o te cuenten sobre el Reiki, simplemente vívelo.
Si tienes cualquier duda ponte en contacto conmigo, estaré más que encantada de atenderte.